Oración de acompañamiento a Jesús en su entrega del Jueves y el Viernes Santo.
Novena entrega. Desde la cruz. Jesús entrega su Espíritu al Padre.
“Y Jesús, clamando con voz potente dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu»” (Lc 23, 46).
Nos has entregado tu cuerpo y tu sangre, tu humanidad, tu cruz … pero tu Espíritu debes entregárselo al Padre, nosotros no estamos todavía preparados.
“Y en esto el velo del Templo se rasgó en dos de arriba abajo y la tierra tembló y las piedras se partieron” (Mt 27, 51) Pero, ¿acaso se rasga mi alma?, ¿acaso tiembla, o se parte mi corazón?, ¿o me quedo impasible, viendo estremecerse todo a mi alrededor, como si las piedras y las telas tuvieran más conciencia que yo?.
Nada. No puedo hacer nada. Mi vida, que es la tuya, se ha quedado vacía. Ni tiemblo ni me rompo porque no hay ya nada en mí.
Si Tú no tienes vida, a mí ¿qué me queda?