El pasado 7 de febrero de 2019 oía una noticia en el telediario de la noche de la cadena pública Telemadrid sobre el aborto. La noticia concluía afirmando que desde que en España se aprobó la ley de plazos del aborto de 2010, el número de abortos “no ha hecho más que descender”. Pueden encontrar la noticia también en la página web de rtve.es
Me impactó muchísimo ese dato. Más aún, seré sincero, me enfadó muchísimo. Estaba seguro de que era falso y por tanto, una vez más, nos estaban intentando manipular.
Enfadarse no sirve para nada, salvo que movilice a la acción – positiva.
Decidí confirmar si lo que afirmaban en el telediario de Telemadrid era cierto o falso.
Una de mis páginas favoritas en internet es la del Instituto Nacional de Estadística. www.ine.es
Da información cruda, directa. Datos. Puros datos.
A partir de ahí, viene nuestra labor de análisis.
He visto las estadísticas del aborto en España desde el año 1987 (primer año en el que aparecen publicados) hasta el año 2017 (último año en que hay datos publicados). He revisado los 30 años.
Estos son los datos:
En el año 1987, primer año en el que hay datos, se provocaron 16.766 abortos. Una media de 45,93 abortos cada día del año. Desde ese año, el número de abortos provocados creció año tras año, con alguna leve excepción, hasta el año 2008 que se llegó al récord con la ley original del aborto (conocida como ley de supuestos) de 115.812 abortos (317,29 abortos diarios).
La ley de plazos a la que hacía referencia la noticia que las cadenas de televisión filoabortistas están dando entró en vigor el 5 de junio de 2010. Al año siguiente, 2011, el número de abortos alcanzó el dato más alto de la serie histórica, llegando a los 118.611 abortos (324,96 abortos diarios). Por tanto la aprobación de la ley de plazos del aborto fue el antecedente del mayor número de abortos en un año.
Desde entonces, efectivamente el número de abortos anuales ha ido descendido hasta los 93.131 abortos provocados en el año 2016 (255,15 abortos diarios), pero vio un aumento al año siguiente, el último del que tenemos datos, que alcanzo los 94.123 abortos (257,87 abortos diarios).
Estos son los datos.
Telemadrid y el resto de televisiones que dieron esa noticia mintieron. El número de abortos no ha ido en descenso de manera sistemática desde 2010. Pero lo más importante, usar los datos puros del número de abortos es un claro intento de manipulación. Para poder valorar el número de abortos NO BASTA con el número puro y duro, eso es una UTILIZACIÓN BURDA, MANIQUEA de la estadística, es necesario considerar también el número total de embarazos cada año y ver cuantos de los niños concebidos no llegaron a ver la luz.
Veamos la proporción entre el número total de embarazos (niños nacidos + niños abortados voluntariamente) y los abortos provocados en ese año.
En el año 1987 hubo 426.782 partos y se provocaron 16.766 abortos, es decir hubo un total de 443.548 embarazos. El número de abortos ese año supone el 3,78% del total de los embarazos.
Desde entonces la proporción de abortos con respecto al número total de embarazos ha ido en aumento casi cada año, con alguna leve caída si hacemos una comparación interanual, hasta alcanzar la proporción más alta en el año 2007: el 20,7% de los niños concebidos fueron abortados. Eso significa que uno de cada 5 embarazos acabó con el bebé en el bote de deshechos humanos (supongo que ellos dirán de manera pretendidamente aséptica “deshechos biológicos”). Uno de cada cinco, el 20,7%.
Desde ese año la proporción ha bajado hasta un mínimo del 18,15% de los embarazos terminados en aborto (2014).
En el último año del que se tienen datos, 2017, la proporción de niños abortados respecto al total de los que fueron gestados es del 19,32%.
La proporción de abortos respecto a los embarazos, tras la aprobación de ley de plazos de 2010 descendió los tres primeros años, pero desde 2014 HA SUBIDO AÑO TRAS AÑO.
Es decir, en los últimos 10 años en los que existen registros publicados, prácticamente uno de cada 5 niños concebidos fueron abortados.
Esos son los datos.
Metido de lleno en la revisión estadística me surgió una cuestión.
¿Cuál es la causa más frecuente de defunción en España? Estaba seguro que habría causas mucho más frecuentes que el aborto, pero estaba equivocado.
Los datos publicados para el año 2017 indican que las tres causas más frecuentes de defunción entre los nacidos fueron:
Enfermedades isquémicas del corazón: 32.325
Enfermedades cerebrovasculares: 26.937
Cáncer de pulmón y de bronquios: 22.089
Sumadas dan un total de 81.351 defunciones. Sumadas las tres causas de defunción más frecuentes no alcanzan el número de abortos provocados. El aborto es por tanto la primera causa de defunción en España. Mueren de manera provocada 2,91 niños en el vientre materno por cada nacido que muera por enfermedad isquémica del corazón, la segunda causa más frecuente de muerte.
Si atendemos a la enfermedad de cáncer, en 2017 los cinco tipos de cáncer más mortales (bronquios y pulmón, colon, páncreas, mama y próstata) sumaron un total de 52.874 defunciones, 41.249 defunciones menos que las provocadas por el aborto.
Estos son los datos.
Ahora la valoración.
En España mueren en el vientre materno de manera provocada casi uno de cada 5 de los niños concebidos.
El número de abortos provocados supera en más de 60.000 la siguiente causa de defunción.
Estos datos reflejan que la sociedad española, las personas que formamos esta sociedad estamos enfermos. Moralmente enfermos.
Entre el día 13 y el día 26 de enero de 2019 todos los españoles hemos estado pendientes, con el corazón encogido, por la suerte que podía haber corrido Julen, el niño de dos años que había caído a un pozo hasta descender 100 metros de profundidad.
Si ese hecho no hubiera conmovido a alguien sería porque estaba moralmente muerto, no enfermo.
Un solo niño conmovió a todo un país. La vida de un solo niño tiene un valor tan grande que si corre riesgo debemos dejarlo TODO por ir a socorrerlo.
Cualquiera de los días que estuvimos todos pendientes de Julen, murieron más de 250 niños en centros de aborto en España. Nadie se conmovió por ello.
Estamos enfermos.
Si usted está a favor del aborto está moralmente enfermo. No lo digo con la más mínima intención de ofender. Es una sencilla descripción. Pero no es su culpa, está libre de toda culpa: la educación, la formación y la experiencia de vida que ha tenido le ha anestesiado hasta pensar que alguien tiene derecho sobre la vida de otro ser humano.
Si usted está en contra del aborto está moralmente enfermo. No lo digo con la más mínima intención de ofender. Es una sencilla descripción. Pero lo más probable es que en este caso sí sea su culpa. No está enfermo por estar en contra del aborto. Está enfermo por estar en contra y no hacer nada al respecto.
Puede que las personas que están a favor del aborto estén anestesiados moralmente. Pero los que estamos en contra y ni movemos un dedo ni decimos una sola palabra para terminar con esta sangría – nunca mejor dicho – estamos en estado de putrefacción.
La última concentración que hubo en Madrid a favor de la vida y en contra de la cultura de la muerte fue una reunión de cuatro gatos. Hay no estaba ni el 0,01% de los que decimos estar en contra del aborto. Fue una reunión vergonzante.
Somos personas moralmente enfermas que formamos una sociedad moralmente catatónica.
El 3 de febrero de 1993 Santa Teresa de Calcuta fue la encargada de dirigir en Washington D.C. el desayuno de oración nacional. Aquella mañana, afirmó:
“La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto … Todo país que acepta el aborto no está enseñando a sus ciudadanos a amarse, sino a usar cualquier tipo de violencia para conseguir lo que quieran; por este motivo el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto”.
He reflexionado mucho sobre las palabras de Santa Teresa y he llegado a la conclusión de que, efectivamente podemos considerar que entre 1968, año en que se aprueba el aborto en el Reino Unido y 1973, cuando se aprueba en los Estados Unidos, está el punto de inflexión moral de occidente.
Verdaderamente el aborto constituye la auténtica caja de Pandora de esta sociedad. Estoy convencido de que todos los males morales (violaciones en grupo – manadas – pornografía y pederastia infantil, ideología de género, etc.) tienen como origen la ideología del aborto y la cultura de la muerte.
Pongámoslo en positivo:
Si se acepta como inalienable, indiscutible, irrenunciable, el respeto, la DIGNIDAD y LA VIDA de todo ser humano desde el momento de su concepción, desde que está en el vientre materno, resulta también inalienable, indiscutible e irrenunciable el respeto a la dignidad y a la vida a lo largo de todo su ciclo vital.
¿Quiero decir con esto que las personas que están a favor del aborto no respetan, no aceptan la dignidad y la vida de las mujeres, están a favor de las violaciones en grupo o que están a favor de la pederastia y la pornografía infantil?, NO, en absoluto.
Quiero decir que para los que están a favor del aborto el respeto, la dignidad y la vida de los seres humanos NO es inalienable, no es irrenunciable ni indiscutible, establecen excepciones. Y si estableces una sola excepción al respeto, a la dignidad y a la vida de un solo ser humano eres parte de la cultura de la muerte.
¿Qué puede hacer usted?
¡Hable!, ¡Grite!, ¡Opine! Debemos hablar de lo que está ocurriendo todos los días a todos los que tenemos cerca.
Debemos acabar de una santa vez con el silencio cómplice, el mirar hacia otro lado, el actuar como si no tuviera nada que ver conmigo.
Ninguno de mis hijos, ninguno de mis hermanos, ninguno de mis primos, ninguno de mis sobrinos, ninguno de mis amigos, nadie que yo conozca personalmente se ha caído a un pozo, pero la vida de Julen me concernía personalmente, me conmovía, me afectaba, hablábamos de ello.
¿Usted no conoce a nadie que haya abortado? ¿Ni usted, ni sus hijas, ni sus primas, ni sus sobrinas ni sus amigas, ni nadie que conozca le ha dicho que ha abortado?, ¿cree que por eso entonces ya no le concierne?
¡Están matando a casi el 20% de los niños concebidos! ¡Haga algo! ¡Diga algo! ¡GRITE!
En mi relación con asociaciones y fundaciones pro-vida han sido dos los fenómenos que más me han impactado:
- Cuando se brinda ayuda a una mujer embarazada para que no recurra al aborto, esa ayuda se continúa aportando a través de apoyo psicológico, económico, laboral, búsqueda de hogar, etc. durante tantos años como esa madre y ese niño necesiten. Años.
- Cuando se brinda ayuda a una mujer embarazada para que no recurra al aborto, pero aún así decide abortar, se le continúa aportando apoyo psicológico, económico, laboral, de búsqueda de hogar, etc. durante tantos años como esa mujer lo necesite. Años.
Las asociaciones pro-vida como Red Madre y otras muchas acompañan a las madres, aborten o no, durante tanto tiempo como lo requieran.
Dos de cada diez niños concebidos en España son abortados.
El aborto es la primera causa de defunción en España.
¿Vas a seguir guardando silencio?
* Los datos presentados NO INCLUYEN los abortos provocados por la utilización de la píldora abortiva ni los abortos provocados en procesos de fecundación in vitro, por lo que los números aquí expresados no son tan crueles como la realidad. Hoy van a morir más de 250 niños en España víctimas del aborto; hoy va a haber más de 250 madres víctimas del aborto. ¿Vas a seguir guardando silencio?.