La leche

Nuestro pediatra está encantado con nosotros. Cumplimos a rajatabla e incluso por exceso, la recomendación de que todos nuestros hijos coman sus tres cuartos de kilo de pollo diarios. No se lo saltan ni un día.

Para desayunar toman una buena pechuga, con bien de salsita. A veces les metemos algunos nugets en la mochila para media mañana, pero no siempre se los toman. De todas formas en el colegio toman pollo por lo menos tres veces a la semana y como nos mandan el menú todos los meses, si vemos que no han comido pollo en el colegio, nosotros les ponemos de cena pollo. Y luego tengo dos de mis hijos que les encanta comer un muslo antes de irse a la cama, todos los días su muslito de pollo. A los otros dos nos cuesta más. Pero bueno, que al margen del pollo que toman a diario siempre les preparamos algo con pollo a lo largo de la semana, bien unas croquetas de pollo, o bien una lasaña de pollo, o una ensalada con trocitos de pollo. ¡Ah bueno!, y los viernes tomamos pizza de pollo, que les encanta.

¿Les suena absurdo lo que acaban de leer? Sustituyan pollo por leche / lácteos / queso y verán como el discurso se torna “de lo más normal”:

Para desayunar toman un buen vaso de leche, con sus galletas – que también llevan proteínas de leche. A veces le metemos un actimel en la mochila para media mañana, pero no siempre se lo toman. De todas formas en el colegio toman lácteos por lo menos tres veces a la semana y como nos mandan el menú todos los meses, si vemos que no han tomado lácteo, nosotros se lo ponemos de cena. Y luego tengo dos de mis hijos que les encanta tomar leche antes de irse a la cama, su vasito de leche. A los otros dos les cuesta más. Pero bueno, que al margen de la leche que toman a diario siempre les preparamos algo con leche a lo largo de la semana, bien unas croquetas o bien una lasaña, o algo de queso. ¡Ah bueno! Y los viernes tomamos la pizza, con bien de mozzarela que les encanta.

¿A que no le ha sonado absurdo?. ¿Qué ocurriría si tomáramos pollo todos los días?. Le extrañaría que se convirtiera en el alimento al que nuestro cuerpo generara alergia o intolerancia con mayor frecuencia de todos. Pues eso es lo que pasa con la leche.

¿Cómo podemos hablar de una “dieta equilibrada” y empeñarnos en que haya un único alimento – la leche y sus derivados – de manera omnipresente?. Es una contradicción en términos.

Llevo 20 años luchando una batalla a pecho descubierto contra la leche de vaca en la dieta humana. Cuando PASCUAL sacó “vivesoy”, la leche de soja – nada recomendable, por cierto – lo viví como una victoria personal (fíjense hasta donde llega mi orgullo egocéntrico).

Esta semana he vivido grandes victorias, logrando que varios de mis pacientes dejen de tomar leche o viendo los efectos maravillosos de eliminarla en otro de ellos, sin embargo he vivido una trágica derrota, que me ha llevado a una gran depresión (fíjense hasta donde llega mi orgullo egocéntrico). Les contaré el caso.

Una madre, inteligente, despierta y simpática notó a principios de curso que su hija, de dos años, hacía caca tres o cuatro veces al día. Casi todas ellas completamente normales en cuanto a consistencia, olor y color, sin embargo las heces de medio día eran blandas, mal olientes, “feas”. En el jardín de infancia notaron lo mismo que la madre. Su pediatra restó importancia al hecho, conocedor de lo (“exageradamente”) observadora que es esta madre. Por algún motivo que desconozco un decidió añadir cacao al biberón de la mañana. Cuál fue la sorpresa de esta madre al descubrir ese día, que la caca de medio día era más que caca, cacao. Este hecho le permitió comprender que las heces tan blandas, mal olientes y “feas”, que llevaba meses observando eran las que se correspondían con el biberón de la mañana. ¡Perfecto!. Siguiendo los consejos de una buena amiga suya, la mejor psicóloga que hay en este momento en España (y creo que por mucho tiempo) dejó de darle leche por la mañana. Se la sustituyó por leche de avena. Efectivamente, esa “caca fea”, blanda y mal oliente desapareció completamente. Problema solucionado.

No. En el transcurso de los meses había conseguido cita con el especialista en gastroenterología que sometió a varias pruebas a la niña y, para alivio de la madre, llegó a un “diagnóstico”.

El mensaje a su amiga la psicóloga fue “ya han encontrado lo que tiene: diarrea crónica inespecífica”. La madre está encantada. Le ha vuelto a dar leche y, naturalmente ha vuelto a hacer “cacas feas”.

Si “diarrea crónica inespecífica” es un diagnóstico me permitirán decir que a esta buena señora le han aplicado una “alopecia aguda intencionada”, es decir: una tomadura de pelo como una catedral.

¿De verdad “han encontrado lo que tiene”?. ¡Vamos!. ¿De verdad vamos a aceptar “diarrea crónica inespecífica” como diagnóstico? Apago y me voy.

Este caso me recordó al primer caso de “cronicidad” que traté. Fue hace dieciocho años aproximadamente. Mi hermana, después de siete años viviendo en México, volvió con su hijo Pablo, de dos años y medio, con diagnóstico de “tos crónica”. Insistí en que eliminara la leche de la dieta de Pablo y mi insistencia fue más fuerte que su resistencia. La “cronicidad” de la tos duró menos de 5 días. No volvió a toser.

Hoy Pablo es un brillante estudiante de cuarto de medicina. En Dios confío que sea mejor médico que los que le diagnosticaron a él y que consiga mantenerse tan humilde y tan cercano como es él, aún después de los cuatro años de residencia, aunque si atendemos a los casos que le preceden el pronóstico es muy negativo. No creo que lo consiga, él es fuerte, pero la residencia es casi mortal para la humildad. (¡Mira quién fue a hablar!).

Cuando en 1995 leí por primera vez el libro “Don’t drink your milk!!” del Dr. Frank A. Oski, me convencí, no sé por qué, que se trataba de un pediatra con una pequeña consulta perdida en el medio de los Estados Unidos. No fue hasta el año 2006 que descubrí que el autor de ese pequeño libro plagado de datos contra el consumo de leche de vaca fue el jefe del departamento de pediatría del Hospital Universitario John Hopkins desde 1985 hasta su fallecimiento en 1996. Dicho hospital es de los tres hospitales universitarios más importantes de dicho país.

La leche de vaca es un tótem de la sociedad occidental y acabar con él es literalmente IM – PO – SI –BLE.

¡Qué le vamos a hacer!. Yo seguiré luchando. Espero por lo menos que la muerte me encuentre poniéndome las botas.

Por cierto, a la pregunta que tantos pediatras me han hecho a través de sus madres de “¿qué hace un psicólogo metiéndose en la alimentación de un niño?” la respuesta es: “¿y qué hace un psicólogo del desarrollo que no se ocupa de la alimentación de sus pacientes?”.

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27 respuestas a La leche

  1. Juan Algar dijo:

    Querido primo-tío, estoy li-te-ral-men-te de acuerdo contigo. Es una lucha que sostengo desde hace muchos años sin ningún éxito. Incluso en casa he sido derrotado una y otra vez por ese líquido blanco.. es la leche!! Veneno para el cerebro… Seguiremos siendo Quijotes, como en tantas otras lides…

    • Querido primo – sobrino Juan, gracias por tu comentario y tu apoyo. Ánimo, es una batalla en la que debemos fijarnos en las pequeñas victorias. Yo me conformo con haber ayudado a decenas o cientos de niños a mejorar MUY SIGNIFICATIVAMENTE su salud, con un gesto tan pequeño. Gracias, tío Nacho.

  2. Caribe1 dijo:

    ¡Qué lástima! Lo que me estaba gustando este blog y descubro que tú también has caído en la trampa de las campañas anti-lácteos y además crees que la soja es sana. No tengo nada que ver con la industria láctea y soy defensora de la lactancia materna muy prolongada, pero también sé suficiente sobre nutrición y medicina como para saber que hay demasiadas evidencias científicas que demuestran las mentiras de la mayor parte de los argumentos anti-lácteos y los riesgos del consumo de soja para la mayor parte de la población.

    • Querida Carmen, gracias por tu comentario. No sé si he caído en alguna trampa. Mi lucha contra la leche de vaca se basa en la evidencia clínica. Como escribo en el blog llevo 20 años eliminando la leche de vaca e la dieta de mis pacientes. Siempre lo defino de la misma manera: es la medida terapeútica más eficaz de todas cuantas realizo. Cuento por decenas, quizás después de veinte años cientos, los casos en que eliminar la leche de vaca ha producido en el espacio de menos de una semana un cambio significativo en la salud de mis pacientes. Como tu soy defensor de la lactancia materna lo más posible y si lees bien mi entrada verás que digo que la soja NO es sana. Si hay un método, cualquier método, que logre en una semana las mismas mejorías que eliminar la leche de vaca a tenido en mis pacientes, te ruego me lo hagas saber.

      • Caribe1 dijo:

        Y conste que me parece perfectamente normal que revises con los pacientes o sus padres la alimentación que llevan. Hoy en día hay demasiada adulteración y abuso de almidones y fritos y eso puede conllevar costes para la salud y para el bienestar de las personas.

        Simplemente no me creo lo de la leche porque, analizados punto a punto, prácticamente todos los argumentos anti-lácteos se caen por su propio peso. Incluso en su momento me molesté en ir a webs como la Unión Vegetariana, con su acervo de artículos contra la leche y a favor de la soja, y entrar artículo a artículo científico de los citados, para comprobar que ni decían lo que defendía el artículo de la web, ni corroboraba por tanto sus argumentos. Eso fue lo que me volvió más descreida, junto con un análisis similar de los múltiples hoax que circulan por la red contra la leche, afirmando que alguien se curó del cáncer en semanas, simplemente con dejar los lácteos, o citando estudios de universidades que no existen o que incluso concluyen lo contrario de lo que defiende el hoax de turno.

        Pero vamos, eso pasa con los hoax anti-actimel, anti-margarina, anti-desodorantes, anti-aire acondicionado en los coches y todos los demás que circulan durante años por la red, reenviados por bienintencionados que creen salvar la vida a todos sus conocidos de la lista de correos.

        Incluso el famoso estudio China, la Biblia de la campaña anti-lácteos, que en realidad casi nadie parece haberse leído, porque la información real que incluye no suele reproducirse (cosas como la alta incidencia de cáncer gástricos en los granjeros chinos que en ese mundo ideal se libraban del de colon porque no tomaban leche) y que no llega a las mismas conclusiones que se suelen citar de él. Además de haber sido desmontado al demostrar los sesgos introducidos para que dijera lo que le interesaba demostrar a su instigador, conocido activista anti-lácteos de pro.

  3. pilar roig dijo:

    Buenos dias. estoy de acuerdo, sin hacer estudios en que no es normal que tomemos leche de otro animal. entonces por que se aconseja ese consumo de lácteos? y sobretodo en niños pequeños? de donde sale eso?

    • Hola Pilar, no te puedo facilitar una respuesta con el 100% de fiabilidad. Creo que el origen de todo está en que la leche de vaca es una fuente muy fácil y «barata» de proteínas animales (más barata que la carne y el pescado), y en tiempos necesidad se vio como un recurso útil. Hoy en día, en España, la mayor parte de los niños (y de los adultos) tenemos un acceso bastante bueno a proteína animal. Hay quien dice que excesivo. Gracias por tu comentario, Nacho Calderón.

    • Caribe1 dijo:

      A mi me suele chocar más la gente que dice que la leche no es necesaria y que hay que dejar de consumirla, pero luego gasta sus energías en conseguir sucedáneos de esa leche para seguir tomándo con el café, cocinando con ellos para hacer los múltiples platos de la gastronomía que incluyen leche o sus derivados en las recetas, bebiéndolos en el desayuno, etc.

      Digo yo que si la leche no es necesaria, ni hay que añadir bebedizo de arroz a las croquetas (de hecho las croquetas dejan de tener sentido como elaboración) o a la lasaña, ni tofu a la ensalada para que parezca que tiene trocitos de queso, ni hace falta dar a los niños ni un vaso de bebedizos blancos variados «como fuente mejor de calcio». A pesar de ello, las personas siguen buscando esos sucedáneos para sustituirla, añadiendo calcio a la soja (porque la soja no es una gran fuente de calcio precisamente), discutiendo marcas de puré de almendras, vamos, sucedáneo de leche a base de almendras, y recomendando sucedáneos para recetas que no deberían hacer si realmente creen que no hay que tomar leche.

      Lo siento, ya digo que dedico demasiado tiempo a meterme en estos fregados, pero la mención de ciertas escritoras de energías y vibraciones me ha pinchado más todavía a entrar a trapo.

  4. Rosario dijo:

    Un artículo estupendo. Enhorabuena.
    Creo recordar que hace ya unos años, oí o leí algún artículo donde se decía que la ingesta de leche después del periodo de lactancia materna no era bueno, y que el ser humano era el único mamífero que lo hace.
    Decían que la leche no era bien tolerada por el organismo más allá de ese periodo de lactancia.
    Yo dejé de tomar leche desde muy pequeña (con 6 o 7 años, ahora tengo 32), no por tener ningún problema o intolerancia, simplemente porque no quería tomarla. Actualmente puedo tomar 4 o 5 vasos de leche al año.
    Siempre fui una niña y una adolescente muy sana y lo sigo siendo.

  5. Caribe1 dijo:

    La verdad es que no me apetece demasiado meterme en esto porque al final dedico mucho tiempo a estos debates y no lo tengo. Pero yo había entendido que eres psicólogo y que tus pacientes acuden por temas de ese tipo. No se me ocurre qué puede mejorar en la salud de una persona por quitar la leche, salvo que hablemos de personas que padezcan intolerancias o alergias a las proteínas de la leche de vaca, o que tengan intolerancia a la lactosa (=cacas feas en muchos casos). Salvo claro que hablemos de personas que abusan del consumo lácteo (más de medio litro diario o equivalente) o sobre todo de pseudolácteos cargados de azúcares y saborizantes, que esa si es una auténtica cruz. A mi me hace pensar más en efectos placebo que en otra cosa.

    Personalmente he coqueteado con esas cosas hace años, incluso llevé al mayor de mis hijos a una pediatra especializada en medicina ortomolecular por las «cacas feas» que hizo durante meses y meses. Lo primero que hizo fue quitarle los lácteos (y a mi, porque mamaba todavía), el gluten y no sé cuantas cosas más, aparte de recetarle agua de mar depurada, suplementos vitamínicos, etc. Durante meses llevé un diario de comidas, analicé cada etiqueta para asegurarme de que no probara la más mínima traza de lácteos o gluten en su alimentación, le hice tragar cosas como bebedizos a base de arroz o avena (afortunadamente estaba informada sobre los riesgos de la soja) y no vi el más mínimo resultado o mejora. Eso si, la descalcificación de mis dientes empezó de forma clara y a pesar de utilizar otras fuentes de calcio y un suplemento «natural» mandado por la pediatra naturista. Los suplementos suelen carecer de algo esencial que la leche normal si tiene, vitamina D, para fijar ese calcio en los huesos. En mi caso es una ayuda especialmente importante, dado que no tengo función tiroidea y no segrego calcitonina, que es la hormona que almacena el calcio en los huesos cuando sobra en la sangre.

    En resumen, que he pasado por ahí, por un momento creí algunos de los argumentos anti-lácteos financiados por Monsanto y otros interesados en sustituir el consumo RACIONAL de lácteos en la población occidental por otras fuentes menos eficientes para nosotros, y terminé por darme cuenta de que era una tomadura de pelo que utiliza argumentos tan sin sentido como los estrógenos en la leche (los estrógenos reducen la producción de leche, ningún ganadero en su sano juicio daría estrógenos a sus vacas, pero los que llegan son fitoestrógenos y procedentes de los piensos de soja), los antibióticos (la industria lechera no puede aprovechar para fermentados y quesos la leche con antibióticos, porque matan los fermentos, así que multan a los ganaderos que les mandan leche con ellos), las asociaciones al cáncer (en su mayor parte desmentidas por múltiples estudios, sólo en algunos casos contados se asocia el consumo de más grasas, incluídas las lácteas a algunos tipos de cáncer), a la hiperactividad (perfectamente desmentidos en cuanto a la leche, y aparentemente también con la leche), y muchos otros que se citan en los listados de las campañas anti-lácteos.

  6. Alicia dijo:

    Para Caribe; recomiendo la lectura de: El Equilibrio a través de la alimentación de Olga Cuevas. O cualquiera de los interesantes libros de Montse Bradford.

    • Caribe1 dijo:

      Lo siento, pero recomiendas libros de una persona sin ninguna formación reglada en nutrición, «experta» en nutrición energética o espiritual o algo así, que practica la psicoterapia sin informar de que tenga ningún título reglado que se lo permita, y que presume de la pertentenencia a asociaciones de parapsicología británicas. Me temo que Montse Bradford no me ofrece la más mínima cualificación para hablar de nutrición de una forma seria. De hecho, lo que le he leído no me ha gustado nada, demasiada parapsicología y demasiado desconocimiento de la fisiología, la historia y la cultura gastronómica de los distintos pueblos. Sé que entre sus fans tiene mucha fuerza, pero en demasiadas ocasiones, si examinas a la luz de la ciencia sus afirmaciones, se diluyen como las sábanas de los fantasmas.

      Olga Cuevas al menos tiene un título de bioquímica, pero es otra más que ha encontrado su negocio en la naturopatía y la filosofía oriental, ya que en la ciencia no lo ha conseguido. Seguro que dice cosas interesantes en algún punto, pero llevo demasiados años leyendo ese tipo de cosas para seguir dejándome dinero en ponerme de mal humor ante las barbaridades fisiológicas que suelen incluir la mayoría de ellos.

      Seguro que si te fascinan esos libros, te horrorizarán mis afirmaciones, pero yo llevo casi treinta años metida en el aprendizaje sobre estos temas, y ya me pilla de vuelta de los coqueteos en la parapsicología y las filosofías orientales.

  7. manuela dijo:

    Hoy he descubierto el blog de Nacho. Genial.Promete. Muy buenos artículos.
    ¿qué producto propones para sustituir la leche¿ o simplemente con eliminarla… creo que mi hijo debe padecer algo similar a la «diarrea cronica inespecífica»…

    • Hola Manuela, bienvenida. No creo que sea necesario sustituirlo por nada. La costumbre de tener un vaso con un líquido blanco es una más bien una costumbre occidental, más que una necesidad. Si quisieran algún «líquido blanco», yo suelo recomendar avena. Dos de mis hijos desayunan siempre horchata. Un abrazo, Nacho Calderón.

  8. Alicia dijo:

    Hola Caribe!! Sí que te toca la fibra el tema de la leche si!!!
    Pues verás, en casa comemos una croquetas que están hechas de leche de arroz y están buenísimas, porque sabemos que la leche no es buena. Y mis hijos y yo desayunmos leche de arroz o de avena. y la lasaña sí, la hacemos con crema de avena…hoy en día gracias a Dios, hay muchos sustitutivos y no consideramos estar perdiendo la energía en encontrarlos y usarlos, al contrario más bien. Dedicar energía a preparar con mimo conocimiento y consciencia lo que comemos creo que nunca puede ser gasto de energía, pero gracias por preocuparte. Y no es añadir sucedáneos, es currárselo un poco y hacer una comida deliciosa, energética y sana que favorezca la energía del cuerpo. como hemos aprendido a desayunar un bebedizo (como tú dices) calentito, pues tomamos leche de arroz…¿Qué hay de malo en eso? y si no comes carne porque aunque te encantaba consideras que no hace falta comer animales muertos para conseguir una dieta saludable, conseguir sucedáneos da mucha alegría..en fin, lo mejor es seguir siempre investigando, probando, y sobre todo, seguir la dieta que a uno le hace sentir bien, tanto emocional como físicamente, pues lo que comemos está directamente relacionado con cómo nos sentimos. Si te sientes feliz y plena..sigue con la leche…el queso y lo que te vaya bien.
    Aquí te pongo un link que habla de lo que opinan en Harvard de la leche y lácteos, y un blog de una chica que más o menos dice lo mismo…

    http://www.vanguardia.com/actualidad/mundo/204199-harvard-elimina-la-leche-y-demas-lacteos-de-la-dieta-saludable

    http://mariadieznutricionenergetica.blogspot.com.es/

    • Caribe1 dijo:

      El caso es que el titular está falsificado. Si te molestas en ir a la web educacional de Harvard, deja bien claro que no elimina la leche y los lácteos, simplemente afirma que, porque la grasa PODRÍA estar asociada a dos tipos de cáncer (pero a cambio, los lácteos se correlacionan favorablemente con la reducción de muchos otros tipos de cáncer), recomiendan no tomar más de una o dos raciones de lácteos grasos al día.

      Pero Harvard, por ejemplo, limita mucho más el uso de cereales y es muy específico en la recomendación del consumo de cereales integrales (lo cual descarta cualquier bebedizo filtrado hecho a base de cereales y, por supuesto, de azúcar, miel y otros edulcorantes). Y por supuesto, desaconseja el uso de zumos (incluídos los recién exprimidos), o al menos pide que se limite a un vaso pequeño. Sin embargo, no he visto ningún titular en las webs naturistas diciendo «Harvard elimina el zumo recién exprimido de la dieta saludable». Hoy en día la grasa saturada está en duda en la dieta, pero los alimentos de alto índice glicémico están en la picota porque cada vez hay más consciencia de los riesgos para la salud que suponen.

      El otro enlace que pones, vuelve a la «nutrición energética» y resto de conceptos metafísicos que tanto gustan en la naturopatía y que generalmente no tienen nada parecido a la ciencia detrás. Por lo demás, no identifica la formación de la interesada y vuelve a las chorradas de la descalcificación por los lácteos. Yo pregunto, si tanto descalcifican, ¿porqué cuanta más leche consumen los pueblos, más altos y fuertes son? Da igual que hablemos del norte de Europa, de EEUU, de los masai o de los árabes. A mi como que no me cuadran todas esas metafísicas. Mejor plantéate cuanto dinero se gasta Monsanto en marketing anti-lácteos y cuanto unta a distintos gurúes conocidos la industria de la soja para convencerles de lo peligrosos que son los lácteos. Me da igual que también fabrique piensos para ganado, y que algunos no tomen soja para sustituir los lácteos. Hay otros muchos que si lo hacen y cada vez que veo una persona a la que se ha inducido artificialmente la intolerancia a la lactosa, limitada en su consumo de medicamentos que la llevan como excipiente, me parece peligroso.

      En todo caso, veo que tu discurso es un poco contradictorio. Por una parte «sabes» que los lácteos no son buenos, por otra «piensas» que no es ético consumirlos, pero en todo caso, te gusta su sabor, su textura y la gastronomía que generan, por lo que buscas sucedáneos para sustituirlos. Si no son buenos, la gastronomía derivada de ellos tampoco lo es, digo yo. Por mucho que utilices productos de altísimo índice glicémico para sustituir una leche que, como mínimo, siempre será un producto menos elaborado y adulterado que el sucedáneo.

    • Caribe1 dijo:

      Por cierto, leyendo con más detalle a la tal María Díez, cero referencias a formación reglada, sólo a algún tipo de centro naturópata y ni siquiera dice que haya terminado los estudios que sea que hace. Por lo demás, o no se ha leído la web de Harvard o no sabe suficiente inglés para entenderla, porque en ningún momento eliminan los lácteos, ni dice que haya una alta asociación al cáncer (dice que algunos estudios muestran cierta correlación), ni habla de antibióticos (prohibidos por lo demás en la legislación europea y también por la normativa interna de la industria lechera, que no puede hacer yogures o quesos de leche con antibióticos, porque no fermentan) ni de hormonas (también prohibidas por la normativa europea, sin olvidar que los habitualmente mencionados estrógenos, reducen la producción de leche, así que es difícil que los ganaderos los den a las vacas lecheras). Harvard en toda la documentación de la web sobre el plato saludable, sólo dice que podría haber cierta asociación derivada de la grasa de los lácteos, con lo que incluso el consumo de lácteos desnatados elimina una gran parte del posible problema.

      Y por supuesto María Díez en sus recomendaciones de nutrición sustitutiva no es una fuente segura, sino muy peligrosa, ya que recomienda el uso de algas como el wakame, el arame o el hiziki, de altísimo contenido en yodo y por tanto desaconsejables para la mayor parte de la población, especialmente aquella con patologías autoinmunitarias tiroideas, que son la mayoría de los hipotiroidismos. Ahí demuestra ignorancia en conceptos muy básicos de nutrición segura. Lo del inglés es falta de cultura.

  9. Alicia dijo:

    Caribe: Es que no entiendo por qué está mal hacer las comidas de siempre con ingredientes diferentes…parece que a los que comen de forma «convencional» os molesta que uno sea vegano o vegetariano y coma algo parecido a una hamburguesa? ¿Pero por qué eso tiene que molestar? Insisto que si yo dejo la carne y la leche, pero lo hago por motivos de salud y ética, pero apreciaba su sabor, textura etc…por qué no puedo buscar algo similar en versión veggie? Cual es el problema? O sea, si me gusta la Coca-cola, (que no me gusta eh?), me tengo que tomar la original con azúcar porque la light está intentando imitar a la original? Explícame por favor tu visión que no la capto.
    Gracias,

  10. Caribe1 dijo:

    No, si a mi me parece muy bien usar ingredientes diferentes. Yo uso leche desnatada y jamón del bueno en lugar de nata y bacon para hacer una salsa carbonara y mis hijos se decepcionan cuando prueban las que ponen en los restaurantes porque no tienen nada que ver. Y he procurado acostumbrarles a muchos más alimentos e ingredientes de lo normal en los niños, me encantan las «hamburguesas» vegetales (siempre que no lleven soja) y procuro que tengamos días sin carne ni pescado en la comida. Pero no renuncio a ningún alimento buscándole sucedáneos porque pienso que ese alimento es una aberración antinatural ya que somos los únicos mamíferos que lo consumimos ni nada por el estilo. Bueno, menos la soja, claro. Aunque no tengo claro que ningún animal en la tierra coma voluntariamente soja, salvo que se la cuelen en el pienso.

  11. rose pagan dijo:

    Lo máximo, leo algunos comentarios incluso de una defensora de la Lactancia materna y la verdad no creo q haya algo mejor q la leche materna, y estoy convencida no sólo por evidencia científica pues soy médico si no por experiencia, tengo un hijo de 2 años y 4 meses q lacta FELIZMENTE, y no toma lácteos por decisión mía ( que el padre no comparte), y come de todo, incluido su infaltable BOQUILI (brócoli) su pepino, tomate, cebolla, quinua, ajonjolí, aceituna, etc y eso si sus frutas nunca faltan… el secreto no esta ni en la soya pues ahora lo es transgénica…esta en alimentarnos mejor, en conocer cada producto que nos da la naturaleza, y alimentarnos de manera balanceada, haremos gente feliz…pues tengo pacientes a quienes suspendo la leche y refieren increíble mejoría de sus males, incluido el asma, migrañas, estreñimiento, etc y me alegra q una PSICOLOGA entienda q no solamente se debe ver la salud mental y dejar el cuerpo y lo demás de un lado, pues el concepto de salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, (según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud en su constitución aprobada en 1948)… al final uno hace lo q cree mejor, a mi y a mi hijo nos va super sin leche…
    Por ultimo, MENTE SANA EN CUERPO SANO ( Décimo Junio Juvenal, 55 d. C. Aquino -Lacio meridional).

  12. rose pagan dijo:

    y algo mas que acotar, los incas (Perú, Machupicchu), eran hombres sanos, altos, que hicieron una de las q hoy es considerada las ultimas 7 maravillas y del lugar donde nací Cusco- perú,, no conocían la leche de vaca, y según leo ninguna de las otras culturas por ese entonces, salvo la india. Asi que tampoco me parece razonable decir q la leche hace gente fuerte.

    • Caribe1 dijo:

      El caso es que las referencias a incas altos son en general de gobernantes, sacerdotes o nobles, con mucha mejor nutrición que el resto de la población, y tampoco están demasiado claras, puesto que no se han encontrado restos y son cálculos que hacen historiadores interesados en demostrar su tesis. Y no consumían lácteos, efectivamente, pero si carne humana, dentro de las ceremonias sagradas y como suplemento proteíco, ante la falta de mamíferos grandes disponibles como fuente de alimento. Lógicamente y como en el caso de mayas y aztecas, tenían mejor acceso a los sacrificios cuanto mayor era el rango social, y lógicamente eso repercutía en su estatura y nutrición.

      Yo no pondría como ejemplo el caso de las culturas americanas previas a la llegada de los españoles, porque es peligroso para demostrar cualquier tesis de este tipo.

      En cuanto a otras culturas, la ganadería con uso de lácteos probablemente se inició en Mesopotamia, hay pruebas del consumo de leche y su elevación a alimento casi sagrado no sólo en la India, también en Oriente Medio, en la zona del Cáucaso, en el Tibet, y en Europa, así que no me atrevería a decir que sólo la cultura India considera la leche como un alimento recomendable. Por lo demás, incluso hay áreas de China que lo consideran un alimento esencial, aunque en otras la mayoría de la población no la consuma, por razones económicas esencialmente, aunque eso lleve a la intolerancia a la lactosa con la falta de consumo.

  13. manisero dijo:

    Solo puedo decir GRACIAS Caribe1. No es una pérdida de tiempo, es necesario que gente como tu ponga los puntos sobre las íes en estas cuestiones, pues la mayoría tendemos a dar las referencias por válidas y así nos luce el pelo. En la cuestión gastronómica no estoy de acuerdo contigo, me parece normal que si te gustan las croquetas y has decidido no tomar leche busques otra forma de hacerlas.
    Gracias también al administrador del blog por no censurar los comentarios tan críticos hacía sus teorías.

    • Caribe1 dijo:

      Gracias a ti.

      En todo caso, lo que yo digo es que si, por razones ideológicas, opinas que la leche no es necesaria y es un gran error su consumo, no tiene ningún sentido y también es un error toda la gastronomía generada a partir de los lácteos.

      Evidentemente, un intolerante a la lactosa o un alérgico a las proteínas de la leche de vaca que aprecia la gastronomía a base de lácteos, es lógico que busque sustitutos para elaborarla. Pero si lo haces por razones ideológicas y porque abominas de los lácteos, es como el vegetariano que abomina del consumo de carne y busca los mejores sucedáneos que parezcan un filete o una hamburguesa. Puede comer el tofu como quiera, pero intentar que se parezca al alimento del que hace anatema hace pensar que no lo tiene demasiado claro. Si consideras que no tiene sentido tomar un vaso de leche a la mañana o a la noche, ¿porqué buscarle sustitutos? Lo lógico es explorar una gastronomía sin ese vaso blanco, no buscar una sustancia alternativa que en muchos casos (bebedizos de arroz, avena,…) aportará índices glicémicos disparados y problemas de gestión de la glucosa en sangre a largo plazo.

      • manisero dijo:

        Sigo sin verlo. Si toda la vida has tomado algo, te gusta, disfrutas con su gastronomía y decides dejar de tomarlo por otras razones me parece lógico buscar un sucedaneo. Otra cosa es que las palabras «gastronomía» y «sucedaneo» son complicadas de meter en la misma frase sin un «y» un «o» o una negación.

  14. yo2010 dijo:

    No soy científica ni nutricionista ni nada cerca del ramo pedriático o médico, pero como mamá de un bebé de 15 meses alérgico a la proteïna de leche de vaca agradeczo artículos así.
    Lo único que sé es que hay demasiados alimentos basados en leche y/o que contienen proteínas (alimentos que evitamos a diario mi bebé y yo, ya que seguimos adelante con la lactancia materna). Al principio me pasé a la soja y al ver sus resultados fui más allá y descubrí la avena y el arroz. Soy una de las que busca sucedáneos, pero porque con más de 30 años es lo que he vivido a diario.
    Desde que dejé los lácteos me encuentro mejor (aunque echo en falta los quesos) y ahora sé que cuando mi niño supere la alergia le descubriré nuevos alimentos: quesos, helados, batidos, pero a la vez seguiremos llevando esta nueva dieta que cada día me descubre nuevas recetas más sanas y sabrosas sin tanta proteína animal.

    Un saludo!

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